¡Bip-bip!
¡Bip-bip! ¿Qué carajo?
Un correcaminos se detiene al muro fronterizo. Foto © Alejandro Prieto - BBC
Science Focus Magazine
El fotógrafo Alejandro Prieto fue nombrado fotógrafo de aves del año por la revista Science Focus de la BBC, por esta foto de un correcaminos, que no puede volar, contemplando una valla erizada de alambre concertina en la frontera entre Estados Unidos y México en Arizona. Como señaló la BBC, “la frontera de 3,000 km de longitud atraviesa una serie de hábitats, y esta imagen, la ganadora general del concurso, ilustra cómo un muro a lo largo de ella puede alterar el comportamiento de las especies nómadas locales.”
Los efectos de “El Muro” sobre los nómadas humanos han sido menos perturbadores. Aunque el simbolismo es hostil, la mayoría de los inmigrantes y contrabandistas no han tenido demasiados problemas para pasar por encima, por debajo, a través o alrededor de la barrera fronteriza de Donald Trump. A pesar de azotar a sus seguidores en un frenesí de gritos de “Construye El Muro” en sus mítines, sólo pudo retorcer el brazo del Congreso para apropiarse de unos $5 mil millones para ello, mientras agarró $10 mil millones de los fondos existentes del departamento de la Defensa. Al final de su presidencia, su administración había construido 453 millas de vallado metálico de fronteras, en lugar del imponente muro de mampostería que prometió. Pero 406 de esas millas fueron reemplazos o barreras secundarias para una valla ya existente. Así que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos calcula que, en total, Trump añadió sólo 47 millas de nuevo vallado primario a una frontera de casi 2,000 millas. Ni siquiera Wile E. Coyote estaría impresionado.
Quizás el mejor indicador del significado verdadero de El Muro se encuentra en uno de los indultos otorgado en el ocaso del mandato de Trump. Su asesor ostentosamente nacionalista blanco, Steve Bannon, había sido arrestado por fraude electrónico y lavado de dinero por desviar a su propia cuenta más de un millón de dólares de la alcancía de We Build the Wall (Construimos el Muro), un iniciativo privado que recaudó más de $25 millones de algunos de los donantes más adinerados y crédulos de Trump para continuar construyendo El Muro cuando se agotaron los fondos gubernamentales. Tómese un momento para ponderar esto: se acusa a Bannon de hacerse con la generosidad de algunos de los financieros más leales de Trump, destinada a amplificar sus líneas de aplausos más estrepitosas. Y sin embargo el ex presidente, en su infinita misericordia, encontró en su corazón la generosidad de perdonar al travieso ex magnate de Breitbart. Muchos de los indultos repartidos por Trump se dieron a antiguos asociados que se abstuvieron de testificar en su contra, por lo que tal vez fue una expresión de su gratitud por la omertà de su consigliere – lo que plantea la pregunta de qué sabe Bannon del ex presidente que podría interesarles a los fiscales. O por acaso fue simplemente una muestra de la admiración de un maestro estafador por otro: odiar el engaño, amar al engañador.